El día que la televisión hispana en Estados Unidos eligió callar
La muerte de un periodista y el silencio mediático que expuso la fragilidad de la independencia informativa en español. Hoy, más de medio siglo después, el control informativo adopta otras formas.

El 29 de noviembre de 1970, Ruben Salazar, coordinador de noticias de la filial de Spanish International Network (SIN) KMEX-T en Los Angeles y también columnista del periódico LA Times fue asesinado durante la marcha en contra de la guerra de Vietnam (National Chicano Moratorium against the Vietnam War).
La manifestación, convocada a través de medios de comunicación, incluido el propio SIN, había sido un llamado conjunto a las comunidades afroamericana e hispana para protestar por la guerra en Vietnam que ya sufría numerosas bajas de soldados afroamericanos e hispanos estadounidenses. La marcha fue reprimida brutalmente. Por orden del entonces gobernador de California, Ronald Reagan, y acatada por el alcalde de Los Ángeles Sam Yorty, las fuerzas policiales del estado y de la ciudad intervinieron con violencia para disolver la protesta.
Durante la cobertura, Rubén Salazar, reconocido periodista de origen mexicano, murió tras ser alcanzado por el impacto de un canister de gas lacrimógeno disparado por un oficial del Departamento de Policía de Los Ángeles mientras se refugiaba en el Silver Dollar Café, ubicado en Whittier Boulevard. Por cierto que en mi investigación para el libro descubrí que la primera edición del prestigioso periódico Los Angeles Times del 30 de noviembre la portada decía que Salazar había muerto por una herida de bala.
La comunidad hispana reaccionó con indignación ante la pobre cobertura que SIN ofreció del suceso: se silenció la magnitud de la marcha, la violencia policial y el asesinato. Los dueños del canal KMEX-TV filial de SIN que en aquel entonces eran Emilio Azcarraga Vidaurreta, René Anselmo y Frank Fouce, cedieron ante las presiones del gobernador Reagan, quien solicitó no reportar ni investigar lo ocurrido para “calmar la agitación social” en Los Ángeles y exigió a los dueños de la cadena nacional SIN a someterse a los informes oficiales provenientes de las autoridades californianas.
Desde aquel favor al gobernador Reagan comenzó una relación entre la política y la cadena SIN que, como una telenovela, combinaría poder, censura y conveniencia mutua.
Hoy, más de medio siglo después, el control informativo adopta otras formas. La Casa Blanca busca alinearse con los grandes canales hispanos, y en octubre de 2025 Donald Trump llegó a decir que “Univision está haciendo un gran trabajo para los republicanos”. En la era de los algoritmos, el poder no necesita silenciar a los medios, basta con recompensar a quienes dicen lo que conviene escuchar.
El libro En Vivo desde América: Como la TV Latina conquistó Estados Unidos relata con detalle este trágico suceso que además expuso cómo el silenciamiento mediático fue utilizado para moldear la narrativa pública y contener el despertar político de la comunidad latina en Estados Unidos.

